
La Madre de todo es quien te proporciona tu maternidad. Es el eterno equilibrio, el aliento, el vientre pulsante del cual surge toda la creación. Se encuentra dando a luz eternamente, siempre concibiendo.
Cierra tu boca y permite que la Madre de todo hable en ti.
Si siempre estás atareada y no dejas de hablar no lograrás escuchar Su voz.
Observa al niño para conocer a la madre.
Observa lo insignificante para conocer lo que importa.
El Tao de la Maternidad
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