jueves, 28 de mayo de 2009

ESPACIOS VACÍOS

Los espacios vacíos forman un todo. El vacío de un cuenco es lo que lo vuelve valioso; puedes llenarlo con comida o con agua.
Presta atención a lo que no es. Escucha lo que tu hijo no dice. Observa lo que no hace.
Del mismo modo, comprende que él utiliza tus espacios vacíos. Lo que no dices, resuena. Lo que no haces, queda grabado.


"El Tao de la Maternidad". Vimala McClure.

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