
Presta atención y permanece centrada.
Tú portas el manto de "La Madre", el principio eterno de equilibrio y estabilidad.
Cuando la energía de tus hijos se dispersa, mantente firme. Cuando tus hijos sufren rabietas, conserva la calma. Respétate.
Muestra determinación y coherencia para enseñar a tus hijos cuáles son los límites. De este modo les harás echar raíces sanas y liberarás sus almas a lo ilimitado.
"El Tao de la Maternidad". Vimala McClure
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